Música y poesía nº4 enero
MÚSICA Y POESÍA
Lacrimosa (Requiem)
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus
Lacrimosa dies illa
Judicandus homo reus
Lacrimosa dies illa
Qua resurget ex favilla
Judicandus homo reus
Huic ergo parce, Deus
Pie Jesu Domine
Dona eis requiem
Dona eis requiem
Amen.
Lacrimosa (Requiem)
Día de lagrimas aquel día
Que se elevara de las cenizas
El hombre para ser juzgado como reo
Día de lagrimas aquel día
Que se elevara de las cenizas
El hombre para ser juzgado como reo
Perdonalo dios compasivo
Perdonarle piadoso señor Jesús
Concédeles el descanso eterno
Concédeles el descanso eterno
Amén.
Mozart murió mientras trabajaba en esta pieza. La
leyenda cuenta que un hombre misterioso, completamente vestido de negro, visitó
a Wolfgang Amadeus Mozart en su casa de Viena y le pidió componer un requiem para un
servicio fúnebre. Nunca le dijo su nombre, tampoco el nombre de la persona para
la cual estaba destinada la pieza y le exigió no investigar las razones del
encargo.
Mozart aceptó
el trabajo, recibió un adelanto y se comprometió a entregarlo en 30 días, pero
por esa época, julio de 1791, le pidieron componer una ópera para la coronación
de Leopoldo II de Austria como el rey de Bohemia. Al mismo tiempo trabajaba en La
flauta mágica, así que aplazó el réquiem, hasta que el hombre misterioso
apareció nuevamente y le preguntó por la pieza.
El compositor,
muy impresionado por lo que pensó era un mensaje del más allá y convencido de
que la pieza estaba destinada para su propio funeral, comenzó a trabajar en el
Réquiem hacia octubre. Alcanzó a componer las primeras tres secciones, los
coros y algunas partes instrumentales, pero un mes después cayó enfermo.
Mientras estaba
en cama, le dio instrucciones a su alumno Franz Xaver Süssmayr para continuar
la obra, pero nunca alcanzó a ver el producto final, Mozart murió el 5 de
diciembre de 1791. Al final, según la leyenda, su pálpito se cumplió, una parte
de su Réquiem sonó en una misa celebrada en su honor el 10 de diciembre.
La historia en realidad es menos fantasiosa, pero aun así sigue
siendo igual de llamativa. Otto Erich Deutsch, el biógrafo de Mozart, reveló
que en realidad el hombre misterioso era un emisario del conde Franz von
Walsegg-Stuppach, quien solía contratar los servicios de los músicos para, al
final, apropiarse de esas composiciones.
La esposa del conde había muerto días atrás, así que él le
ordenó a un emisario contratar los servicios de Mozart, pero pidió discreción,
pues su idea era presentar el Réquiem como suyo. Por eso el hombre nunca le
reveló al compositor su identidad, ni la del conde, ni la de la condesa muerta.
Lacrimosa (Requiem). Youtube [Consulta: 12 de enero de 2020] https://youtu.be/k1-TrAvp_xs
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